En el taller, primero nos explicaron que era el ADN y de que estaba formado.
Y después, nosotros hicimos una cadena de ADN, con cuentas, pero con cuidado, no podíamos poner las piezas como quisiéramos, tenían que encajar. Cada niño/a eligió una cadena (mariposa, cobra, naranja, planta carnívora o chimpancé).
Después. nos dispusimos a extraer el ADN de una fresa, siguiendo los pasos que nos indicaba el monitor: Metimos la fresa en una bolsa y la aplastamos, después le echamos jabón antigrasa para romper la membrana del núcleo, a continuación echamos zumo de piña para romper la proteasa y una pizca de sal que serviría como pegamento, más tarde, colamos el jarabe de fresa que nos había salido con un colador y lo aplastamos bien, después echamos alcohol que vuelve blanco el ADN y forma como unos hilillos para poder separarlo y por último nos dispusimos a sacar el ADN con un palito de brocheta y lo metimos en un tubo Eppendor.
Después de comer, nos dispusimos a jugar con las actividades interactivas que nos ofrecía el museo.
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